Editorial

Consejo Editorial ACREDITAS

Para mí es un honor redactar la editorial del presente número que trata de un tema clave en el ámbito académico como es la internacionalización. La redacción de esta editorial me lleva a recordar el día en el que iniciaba una de mis primeras experiencias internacionales investigadoras en el año 2006, una estancia en la Universidad de Strathclyde de Reino Unido.

Con esta estancia buscaba cumplir con uno de los requisitos establecidos por la Universidad Carlos III de España, que se me exigían para obtener una mención internacional en la tesis doctoral que estaba desarrollando en ese momento entre dicha Universidad y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Pero esta experiencia no solo me permitió cumplir con un requisito académico, sino que fue un antes y después en mi carrera académica e investigadora, que me ha movido siempre a investigar sobre aspectos que afectaran a nivel internacional y a participar en proyectos en los que colaboraran investigadores de diferentes países y a divulgar mis resultados en conferencias y publicaciones internacionales, así como impartir clases en universidades de más de 15 de países.

Para mí la internacionalización se traduce en un intercambio de experiencias y conocimientos en las que no existen fronteras, que permite a quienes la experimentan el desarrollo de valiosas habilidades que favorecen el pluralismo, la comprensión y el respecto intercultural, entre otros. Habilidades que facilitan alcanzar un desarrollo profesional al máximo nivel.

Las universidades cada vez apuestan más por esta internacionalización mediante iniciativas como, por ejemplo: la movilidad para investigadores y estudiantes de posgrado; la participación de estos en proyectos de investigación entre varios países; el diseño de estudios compartidos entre varias universidades; la divulgación a través de publicaciones en colaboración con instituciones extranjeras; la organización de seminarios y conferencias internacionales; la creación de centros de investigación sobre temas internacionales y la obtención de reconocimientos internacionales, a través de autorías en las que se tienen que demostrar el cumplimiento de estándares internacionales, cuyas evaluaciones son desarrolladas por expertos de diferentes países. En los artículos publicados en este número se muestran ejemplos reales de estas iniciativas internacionales de evaluación y cooperación en un contexto internacional. Me despido deseando que estos artículos sean del agrado de los lectores de este número, a quienes animo a aplicar en sus instituciones las buenas prácticas que se comparten en dichos artículos.

Dra. Ana Isabel Bonilla Calero